En esta ocasión se ha tenido más en cuenta la fecha de celebración del evento, ya que el año pasado se realizó un día después del Campeonato de España que tuvo lugar en Castellón, lo que fue «un error», según manifestó ayer Daniel de la Dueña, técnico de deportes del Consell de Formentera, porque muchos palistas prefirieron no desplazarse a la isla con tan poco tiempo de margen.
Para esta edición, se quiere tener todo controlado y que la prueba se convierta en un gran atractivo para los deportistas de élite de la especialidad. Por eso, transcurrirá casi un mes desde la celebración del nacional de kayak de mar, que se hará los días 20 y 21 de agosto y cuya sede aún está por designar, hasta la prueba del circuito mundial que se disputará en Formentera.
De esta manera se conseguirá que aquellos piragüistas que lo deseen puedan viajar antes a la isla, «entrenar y conocer mejor el campo de regatas», comentó De la Dueña. En este sentido, en breve se hablará con los hoteleros para abordar la cuestión del alojamiento de los deportistas y también con Baleària, que será la compañía naviera encargada de trasladar a todos los deportistas y acompañantes a la pitiusa menor. Habrá «paquetes y ofertas especiales para los participantes», comentó el técnico de Deportes.
Otro de los puntos en los que se quiere mejorar es en la «coordinación entre los organismos involucrados» en la organización del evento (Consell Insular de Formentera, Govern balear y Federación de las Illes Balears de Piragüismo). «No es que fuera mala, pero no fue la idónea por las prisas que tuvimos», recalcó De la Dueña. Por tanto, este año se han iniciado los preparativos con mayor antelación.
La competición será en las variantes de K-1 (individual) y K-2 (por parejas). Además, reunirá a piragüistas de las categorías sénior y júnior. Además, el hecho de que también se celebre el Campeonato de Balears a la vez, hará que en Formentera coincidan remando piragüistas desde infantiles hasta veteranos.